miércoles, 20 de julio de 2011

VENDERÁN EN NUEVA YORK ÓLEO DE KLIMT USURPADO POR LOS NAZIS EN VIENA

          Por Jorge Rivas Rodríguez

Un despacho de prensa del periódico Der Standard, de Viena, ha sido reproducido por  los diarios, revistas y agencias de prensa de casi todo el mundo.  Se trata de la próxima venta de un óleo del célebre pintor austriaco Gustav Klimt, valorado en unos 24,4 millones de dólares, que fue expoliado por los nazis en 1941 y restituido hace poco a los descendientes de su propietaria.

La pieza, titulada Litzlberg am Attersee,  pintada en 1915, será puesta en puja el venidero  2 de noviembre en Nueva York  por la casa de subastas Sotheby´s.

Esta obra del célebre  pintor simbolista austríaco Gustav Klimt (Baumgarten, 14 de julio, 1862 – Viena,  6 de febrero, 1918) fue robada por los nazis después de que su propietaria,  Amalie Redlich —quien adquirió el óleo en 1938— , fuera deportada de Austria  y vilmente asesinada, en 1941, en un campo de concentración de Polonia.

El valioso lienzo fue posteriormente ocupado por la Gestapo, tenebrosa institución de dominio y represión  de la Alemana nazi, quien se lo vendió a un negociante de arte de Salzburgo, y unos años después fue a parar al Museo de Arte Moderno de Salzburgo.

El actual propietario del valioso lienzo es Georges Jorisch, nieto de Redlich, lo recibió el pasado mes de abril de manos de los directivos del mencionado museo, tras los trámites pertinentes realizados por esa institución sobre la confirmación de la solicitud de propiedad de la obra de uno de los más conspicuos representantes del movimiento modernista de la secesión vienesa.

Por su parte, Jorisch, en muestras de respeto y gratitud hacia el Museo que hizo posible retomar la posesión de Litzlberg am Attersee a la familia  y conservó enm perfecto estado el cuadro, aseguró que donará al mismo 1 millón 700 mil dólares.

Klimt pintó lienzos y murales con un estilo personal muy ornamentado, que también manifestó a través de objetos de artesanía, como los que se encuentran reunidos en la Galería de la Secesión vienesa. Intelectualmente afín a cierto ideario romántico, Klimt encontró en el desnudo femenino una de sus más recurrentes fuentes de inspiración.

Litzlberg am Attersee es un paisaje profusamente trabajado en diferentes tonalidades de verde y azul, en el cual e artista recrea una clásica campiña austríaca. En primer plano un tranquilo lago a través del cual la vista se dirige hacia un caserío que tiene como fondo unas suntuosas elevaciones que atraen por su discurso pacífico, frío y hermoso.

Algunos críticos y especialistas han establecido como paradoja existencial estas frases de KIlim: "estoy convencido de que no soy una persona especialmente interesante. No hay nada especial en mí. Soy pintor, alguien que pinta todos los días de la mañana a la noche. Figuras, paisajes; de vez en cuando, retratos. Las palabras, habladas o escritas, no me salen con facilidad, especialmente cuando tengo que decir algo sobre mí mismo o sobre mi trabajo. (...) Si alguien quiere descubrir algo en mí (...) puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero".

Sin dudas, aquel pintor con extraordinaria sencillez profesional, quien de sí mismo aseguraba no tener nada especial, está considerado uno de los grandes maestros del Siglo XX y del arte universal de todos los tiempos.

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